Registro de la Propiedad Intelectual

Safe Creative #0908204256400

viernes, 19 de febrero de 2010

Con Antenas.



ASOMAN VIGILANTE MIS ANTENAS,
Y LAS ESCONDO SIN PENA,
EN MI FRÁGIL CASITA
DE ENCORBADA PISTA.
CIERRO LA PUERTA
Y QUIETO DUERMO LA SIESTA.

AMO LA HUMEDAD
DE TODAS LAS MACETAS,
Y DEJO CINTAS PLATEADAS
EN TODAS LAS ALBORADAS.

MI COMIDA VERDE ES LA PREFERIDA
POR ESO NO ME QUIEREN
LAS PLANTAS SUFRIDAS.

PREFIERO LAS NOCHES
 CON LUNA O SIN LUNA,
BELLAS COMO NINGUNA.

ME DESLIZO LENTAMENTE ,
SUAVE Y SILENCIOSAMENTE.

YA SABES QUIEN SOY
SIEMPRE SACO MIS ANTENAS AL SOL
O EN LAS NOCHES DE CALOR.


Autor:Stella Maris Taboro. Blog:Letras con sabor a chupetines.

martes, 9 de febrero de 2010

Las Fieras.


No hay más tiempo para pensar, la música cautiva en el alma de los afortunados, dotados de sensibilidad.
Mientras escribo no pienso, solo siento y escucho. Es una sensación fascinante, en desenchufar el chip por un rato.
Es como una zona sin viento en medio de un huracán, sabiendo que pasará. Pero… ¿Vendrá luego un tifón? Nada, hay que buscar refugio en una tormenta, sin embargo ¿Cómo podemos encontrarlo? Cuando la tormenta está en un cofre hermético, de huesos y masa encefálica.
Realmente sería infinitamente más fácil, ni siquiera intentarlo. Tal vez sea ese el verdadero motivo del estrés y la depresión. Al fin y al cabo, somos humanos, y no en el sentido solidario ¿Lo somos solo por el echo de sentir? Que se lo digan a un perro.
No tengo conclusiones definitivas, pero si puedo afirmar como al principio.
Si la música emociona a los sensibles humanos y decimos que también amansa a las fieras. Al fin y al cabo calma mujeres, hombres, niños, ancianos y por supuesto… ¡A las fieras!

Autor:Emilio López.



lunes, 8 de febrero de 2010

DON DUERDO.




UN DÍA QUE NO ME ACUERDO,
DESPUÉS DE UN DÍA D E LLUVIA,
NACIÓ RELUCIENTE DON DUERDO,
CON SU SOMBRERITO BLANCO .

CRECIÓ AGRUPADO CON OTRO ,
DE NOMBRE TANCO.

DON DUERDO PROTESTABA,
QUEDARSE QUIETO , NO LE GUSTABA.

ATADO AL SUELO SUFRÍA MUCHO,
E INVITÓ A VIAJAR A DON TANCUCHO,
EL DE SOMBRERITO
QUE PARECÍA CUCURUCHO.

TANCUCHO LLAMÓ A TANCO
PERO TANCO ESTABA ESTANCO,
QUIETO COMO SOLDADO
DURO COMO HIELO HELADO.
DON DUERDO NO ENTENDÍA
QUE SU DESTINO ERA ESTAR AFERRADO
AL SUELO, COMO ENAMORADO.
SÓLO PODÍA LUCIR SU SOMBRERITO
DE MIL LÁMINAS ABAJO...

Autor: Stella Maris Taboro. Blog: Letras con sabor a chupetines.http://cuentoseinfancia.blogspot.com/